Cuando elegimos un juguete para los más pequeños de la casa, lo que buscamos es que sean juegos con los que se diviertan y entretengan al máximo.
A menudo, los juguetes con los que más se emocionan son aquellos que ellos mismos pueden construir, mover y manejar; y es ahí donde los coches de radiocontrol se convierten en un mundo apasionante para ellos.
Para los más pequeños incluso, con tan sólo apretar 2 botones disfrutan de lo lindo: los hacen correr, girar y chocar en cualquier parte!! Son ideales para hacer persecuciones, carreras y meterlos por terrenos del todo impracticables.
Además, son momentos de diversión que compartimos en familia; ¿cuántos somos lo que nos morimos de ganas de “arrebatar” el control remoto a nuestros hijos y hacer unos cuantos derrapes nosotros mismos? Y es que son juguetes que nos permiten compartir e intercambiar experiencias con nuestro entorno.
Pero, ¿por qué son beneficiosos para los más pequeños? Los coches de radiocontrol nos ayudan a mejorar la coordinación y a aprender, por ejemplo, el significado de las direcciones: ir a la derecha, hacia la izquierda, ir recto o tirar marcha atrás.
Son juguetes de habilidad, que nos plantean retos continuos e invitan a los niños a gestionar sus “pequeñas grandes” situaciones.
Con los coches de radiocontrol, los niños desarrollan habilidades tales como:
La coordinación: manos y ojos, ¡todo en uno! Saber utilizar ambos y a la vez es esencial para manejar un juguete de radiocontrol.
La orientación: con el control remoto, los pequeños aprenden a identificar dónde tienen su derecha y su izquierda; qué significa arriba y abajo, y cómo pueden mover el coche hacia delante y hacia atrás.
La psicomotricidad: hablamos de la psicomotricidad fina. Los botones, las palancas y/o el manejo de un volante les obliga a ejercitar los dedos y además a trabajar los movimientos con determinada suavidad para conducir el coche a su destino.
La simulación: ¡se convierten en verdaderos pilotos! El juego simbólico hace que experimenten situaciones reales y aprendan a tomar decisiones para solucionar determinados problemas. Cómo conducir el coche para que no sufra accidente alguno es una muy buena fórmula.
La imaginación al poder: ¡convertirse en un piloto de Fórmula 1 o estar sumergido en el Rally París-Dakar, nos hace viajar muy lejos e imaginarnos historias increíbles!!
Desarrollo de los reflejos: los coches de radiocontrol nos permiten afinar nuestros sentidos, aumentando nuestra capacidad de reacción.
Comprar un coche RC tiene sus secretos, claro está. En posts anteriores os hemos explicado qué elementos hay que tener en cuenta para escoger un modelo u otro.
El catálogo es inmenso, con características técnicas dispares, que a menudo pueden ser complicadas para los más pequeños. Hay que saber escoger y en Juguetecnic te proporcionaremos las pautas necesarias para que elijas tu coche con conocimiento de causa.
¿Aún crees que un coche teledirigido es simplemente un juguete con el que pasar un buen rato?